Catacumbas: viaje a la iglesia primitiva
En 1578 se hizo en Roma un descubrimiento trascendental de la historia cristiana, se excavó la entrada a unas antiguas catacumbas romanas en la Vía Salaria. La trascendencia del descubrimiento no se entendió hasta 1593, cuando el arqueólogo Antonio Bosio exploró por primera vez esas edificaciones subterráneas y dedicó su vida a comprender lo que encontró, documentándolo en un libro histórico, Roma Sotterranea, que no se publicó hasta después de su muerte.
El descubrimiento de las catacumbas romanas proporcionó una nueva dimensión de la iglesia primitiva. Lo que se encontró allí mostraba no solo su actitud hacia la vida y la muerte, sino también su uso creativo de los símbolos cristianos.
A los cristianos en Roma se les prohibió enterrar a sus muertos en la ciudad en cementerios normales. Se vieron obligados por tanto a utilizar catacumbas, bóvedas subterráneas utilizadas en gran medida por los pobres de la ciudad. En lugar de simplemente llenar estas criptas con sus muertos, los cristianos embellecieron los alrededores de las catacumbas con imágenes de las Escrituras y los primeros símbolos de Cristo. Las catacumbas, una compleja red de túneles debajo de la ciudad, se consideraron lugares sagrados, ya que albergaban a mártires cristianos y también eran lugares de culto.
Los lugares funerarios albergaban recuerdos de los fallecidos pero también representaban escenas bíblicas y símbolos de cómo los creyentes entendían la vida y la muerte. El Buen Pastor (un pastor que lleva una oveja a la espalda), por ejemplo, era un símbolo común.
Otro símbolo común en las catacumbas era el Icthys, la imagen de un pez, un símbolo que se ha encontrado ya en el siglo II d.C. El Icthys (el nombre griego de ‘pez’) era un juego de palabras impregnado de la doctrina cristiana primitiva. Como acrónimo formaba las letras iniciales de la frase griega: «Jesucristo, Hijo de Dios, el Salvador». Mostrar la imagen de un pez era una forma sutil de significar la confesión cristiana. Era un símbolo lleno de significados potenciales: San Agustín escribiría más tarde que Cristo fue el Icthys que en la encarnación descendió a las profundidades de la mortalidad, como un pez desciende al agua.
Leave a Comment